¡ALEXIS TSIPRAS SE OLVIDA DE LA IGUALDAD!
Queridas todas, retomamos nuestra
actividad en el blog con el comienzo del año político, tras la victoria de
Syriza en las elecciones griegas. Habiéndose quedado a dos escaños de la
mayoría absoluta, Syriza, que se declara de izquierdas, acaba de pactar
gobierno con ANEL, un partido más a la derecha que Nueva Democracia. Comparten
tesis respecto a la troika y a la necesidad de recuperar la soberanía nacional,
pero no ocurre lo mismo con los derechos humanos y las libertades: ANEL
propugna la expulsión de inmigrantes, se opone a reconocer algunos de los
derechos de los que gozan en otros países las minorías sexuales y no quiere ni
hablar de la separación de poderes Iglesia-Estado, lo que significa hacer ley
de creencias patriarcalistas que no abren tampoco mucha esperanza para los
derechos y libertades de las mujeres. Algo así como si Podemos acabara de
pactar gobierno con VOX.
Una vez más, parece que lo
urgente (y siempre hay algo urgente) desplaza a lo importante, y que las
mujeres y las minorías sociales (étnicas o sexuales) habrán de seguir esperando
su turno eternamente. De momento, Syriza ya ha renunciado explícitamente a la
separación entre Iglesia y Estado, a reconocer el derecho a tener hijos a las
parejas homoparentales (un punto que desapareció de su programa tan sólo 10
días antes de las elecciones) y también hemos tenido la triste ocasión de comprobar que en el
gobierno recién formado no hay ni una sola mujer.
Sin embargo, durante todo este
tiempo las mujeres sí han estado en la primera línea de batalla, tanto en el
interior como en el exterior de los hogares, sacando a sus familias adelante,
haciéndose cargo de los menores, mayores y dependientes a los que el Estado había
abandonado; peleando por sus salarios en sus centros de trabajo, llenando las
calles en las manifestaciones, estando las primeras en los actos solidarios,
luchando contra las injusticias perpetradas al alimón entre los intereses
políticos y económicos (véase, por ejemplo, la página Hellenic Mining Wathc).
Como Pegaso alado, han resistido, y han llevado a lomos a sus hombres, a sus
padres, a sus hijos, a sus hermanos, hasta la victoria que ellos después, al
parecer, creen deberse sólo a sí mismos, a su propia astucia, a su prepotencia,
a su testosterona.
A estos Belerofontes, más pronto
que tarde, también les llegarán los dioses a tirarles del caballo y a hacerles
saber que no merecen ese Olimpo con el que sueñan. Y con ello, una vez más,
volveremos a perder todas y todos.
Viendo las trenzas de nuestras
vecinas pelar, hemos de poner las nuestras a remojar: habrá que desaconsejar,
desde el principio, el voto y la lucha al lado de quienes nos ninguneen, de
quienes no consideren nuestros derechos una prioridad ni una urgencia. Y habrá
que exigir desambiguación, claridad absoluta y garantías. Si no es al lado de
los derechos y las libertades de todos pero también de todas, si no es lado de
las mujeres, nadie será nunca lo suficientemente grande; nadie tendrá nunca la
suficiente fuerza y el suficiente capital social. Sí, algunos dicen que lo
importante es comer, pero aún más importante es tal vez que exista una razón
para querer comer y continuar resistiendo.
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