jueves, 24 de mayo de 2012

Reprobación selectiva: gays si, mujeres no


El pleno del ayuntamiento de Alcalá de Henares, se rasga las vestiduras de pies a cabeza porque un obispo ha ofendido con sus palabras al colectivo gay  -y aprueba unánimemente condenarle al ostracismo- sin que ninguno de los presentes haya movido sin embargo una sola pestaña por los años –por los siglos-durante los cuales los obispos y la iglesia toda llevan ofendiendo la dignidad de la mitad de la humanidad, las mujeres.

El mismo señor que este mes ha escandalizado a los vecinos de Alcalá hablando de homosexualidad, ya había logrado sus dos minutos de gloria dos años antes, en 2010, cuando asociaba en sus homilías violencia de género y parejas de hecho, mientras seguía condenando, como siempre se ha hecho, el derecho al aborto en cualquier circunstancia.

Ningún ayuntamiento aprobó entonces, como hoy se ha hecho, sendas mociones para vetar su presencia en los actos oficiales del Ayuntamiento y para pedir al señor cardenal el traslado del señor obispo. Ningún ayuntamiento consideró entonces que sus declaraciones hicieran “que la ciudad fuera noticia no deseada en los medios nacionales”. No estaban tan avergonzados como hoy.

Esta vez, la respuesta del consistorio ha sido unánime y contundente. La dignidad de nuestros conciudadanos homosexuales no merecía menos. La cuestión, por supuesto, no es esa, sino por qué la de las mujeres sí.