sábado, 4 de febrero de 2012

Ocho


Ocho. Ocho mujeres han muerto víctimas de la violencia machista desde que comenzó 2012. Cada cuatro días, una mujer ha sido asesinada por su pareja o ex pareja que se negó a aceptar la decisión de la mujer de finalizar la relación.

La última de estas víctimas tenía 49 años y vivía en Guadassuar (Valencia). El asesino, que se entregó a la Guardia Civil, tenía antecedentes de violencia de género con otra pareja por los que había sido condenado a prisión en 2004.

Ocho. Todas han muerto por ser mujer. Exclusivamente por ser mujeres. Porque el machismo mata. Siempre a las mujeres.

miércoles, 1 de febrero de 2012

De nuevo el aborto bajo el criterio de varones conservadores

A lo largo de la historia tanto la iglesia como distintos gobiernos  han tenido el aborto o bien legalizado o bien penalizado incluso con la pena de muerte. Este es un hecho que no sé si es suficientemente conocido.

Sabemos que los grupos próvida son muy agresivos con los recursos que realizan abortos y con el personal que lo practica, tenemos datos fehacientes de cómo se produjo el rechazo a realizar abortos en Navarra debido a los energúmenos que atronaban los domicilios de médicos, tanto hombres como mujeres, que practicaban el aborto sin ningún problema de conciencia.  Lo que llevó a todos los centros de planificación familiar navarros a negarse a realizar abortos mientras estuviese presente la inseguridad jurídica, por cierto, a la que ahora quiere volver Gallardón. Tan agresivos pueden ser que los grupos provida en Estados Unidos han llegado a matar a un médico  por practicar abortos.

Habíamos conseguido una ley que permitía destensar la situación, al menos para las personas que la tienen que padecer y que no son otras que las mujeres.

Y esto se ha conseguido mediante el esfuerzo de una ministra en edad de procrear apoyada por su partido y algunos partidos más. La Ley de salud sexual y reproductiva hace hincapié en la planificación familiar como medio de evitar el recurso al aborto pero apoyando que las mujeres que decidiesen acabar con su embarazo pudiesen tomar la decisión como personas adultas y comprometidas con su propia realidad vital.

Pero aparece el caballero Gallardón, que como ya hizo su padre, se opone a la decisión adulta y reflexionada de las mujeres. Y quiere retrotraer todo el complejo avance,  en el que la ley nos había situado a:

1.- Que las mujeres ya no puedan decidir como adultas

2.- Que tanto mujeres como personas que practican el aborto estén sometidas a que cualquier persona de ideología contraria pueda denunciarlos y hacerles pasar por procesos muy poco agradables

3.- Que España siga siendo diferente de los países de su entorno europeo