Escalofriante tener que escribir cada día un post para comunicar una nueva muerte de una mujer a manos de su pareja o expareja sentimental. Este fin de semana hubiera llegado la quinta en menos de 5 días, en silencio, como es la violencia contra la mujer. La mujer no ha muerto, pero da lo mismo. La intención era matarla. La intención de su marido. Pasó en Sevilla. Ella está muy grave, estable pero muy grave. Sin denuncias previas, sin señales más allá del silencio.
Escalofriante es ver que nuestros políticos, los que tienen que parar esta sangría, siguen sin enterarse de nada. La educación en valores, en igualdad, la ruptura de un sistema patriarcal castigador de la mujer es el único camino. Pero ellos no lo saben. Han de ignorarlo porque si no, no se entiende que González Pons, en plena difusión de su infignación ante la barbarie, califique de "Hijos de puta" a los maltratadores. Utilizar un argumento machista para acusar el machismo es mala estrategia, dice mucho de la ignorancia, y lo que es peor, nos aleja de ver la luz al final del túnel.
Esperemos que los tiempos cambien y las mentes también. El problema es que si los de "arriba" no entienden de igualdad, difícilmente podrán hacer políticas igualitarias que vayan más allá del populismo que reúne votos pero no soluciones.
No queremos escribir más post. No queremos más muertes, ni más heridas graves. No queremos más violencia contra las mujeres.
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